lunes, 2 de junio de 2008

CAPACITACIÓN DOCENTE.

Capacitación de docentes //// Situación y proyecciones
Un sueldo bajo que no alcanza a cubrir las necesidades básicas de un nivel de vida aceptable obliga muchas veces a los maestros a buscar distintas ocupaciones, no siempre vinculadas al ámbito educativo. Esto evidentemente redunda en una deficiente calidad de su desempeño docente, y en cierta desprofesionalización. Esta desprofesionalización, trae no pocas veces consigo un sentimiento de frustración en cuanto al propio desempeño profesional. Toda esta situación plantea también dificultades a la hora de pensar en actualizarse u obtener un postgrado; así, el maestro termina desfasado con reducidas posibilidades de hacer carrera, con lo cual, cerramos una suerte de círculo vicioso.
Recientemente, el Instituto Internacional del Planeamiento de la Educación de la Unesco, aplicó una encuesta a escala nacional entre maestros del sector público y del privado. Esta encuesta arrojó resultados como los siguientes: sólo el 10% de los maestros declara tener automóvil y sólo el 20% dice tener una computadora en casa. La encuesta revela la percepción que los maestros tienen de su propia realidad. El 40% de ellos se considera de clase media; otro 40% se considera de clase baja y un 12% se considera de clase muy baja. En cuanto a la percepción de su trayectoria social, un 42% considera que va ascendiendo, mientras que un 27% afirma estar estable frente a un 53% que dice ser pobre.
El problema de los maestros peruanos no se reduce simplemente al aspecto económico. Raquel Villaseca, jefa de la Unidad de Capacitación del Ministerio de Educación (MED), afirma que no sólo existe algo así como un problema de autoestima profesional, sino que también existe en la sociedad una falta de valoración respecto al maestro. Ella afirma que antaño «el maestro era una autoridad en las comunidades y se sumaba o estaba involucrado en la problemática de la comunidad». Esto ocurría así porque el propio maestro estaba convencido que «la educación efectivamente era un factor de ascenso social». Convicción que lamentablemente «ahora se ha perdido».
La resolución de ambas situaciones conforman dos de las preocupaciones actuales del MED, junto con una tercera, relacionada con el desarrollo profesional del docente, en concreto, en cuanto a su actualización pedagógica y disciplinar. En este sentido, la funcionaria explicó que el Ministerio está actualmente empeñado en poner en marcha un sistema de formación continua de maestros. Afirma que este año se está capacitando a más de 70 mil docentes en todos los niveles educativos, a través tanto de un programa de formación y servicio —que da capacitación durante todo un año a través de talleres presenciales, asesoría en el aula, tutoría presencial, formación en las disciplinas—; como a través de la capacitación de un grupo de maestros en proyectos piloto que aspiran a tener estrategias diversas y eficientes de la formación de otros maestros.
Sin embargo, este asunto de la capacitación de los docentes no siempre ha sido asumido adecuadamente. Uno de los grandes errores del decenio pasado tuvo que ver con las características de la licitación de los programas de capacitación docente a escala nacional. Kenneth Delgado Santagadea, director del Centro de Atención Universitaria y Proyección Social de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos nos explica: «había instituciones fantasma que ofrecían esos servicios con una calidad cuestionable». Estas instituciones eran contratadas por el Ministerio debido a que se priorizaba el menor costo y no la mejor calidad. Rosario Valdevellano, directora nacional de formación y capacitación docente del Ministerio de Educación considera que «es indispensable hacer una gran alianza con las universidades en lo que es la formación de los docentes», aunque para ello, «la universidad debe elevar enormemente su calidad, su exigencia y orientarse a los postgrados y a la investigación que tanta falta hace para alimentar los programas de formación». Otra dato interesante de la encuesta, es que un 66% de los docentes entiende que el pago que reciben debe estar en relación con el desempeño y los resultados del aprendizaje de los alumnos. Esto también es parte de la preocupación del Ministerio. Al respecto, Rosario Valdevellano afirma que si bien hay que ser realistas en cuanto a la dificultad objetiva para el alza de las remuneraciones, es necesario estimular el desempeño docente a través de incentivos, los que pueden no necesariamente ser económicos porque pueden orientarse al mismo desarrollo profesional. A la vez considera que es importante reconocer el mérito de los maestros en una carrera que no reconozca sólo la antigüedad en el cargo, sino también la eficiencia y el desempeño. Se deja entrever aquí el asunto del rediseño de la carrera magisterial. Al respecto el Ministerio ha iniciado un trabajo a través de un equipo de consultores de alto nivel, coordinado por el doctor José Rivero, ex director de la Oficina de la UNESCO para Latinoamerica, en Chile. Se está trabajando en un sistema integral que comprende los nuevos perfiles requeridos para el siglo XXI, lo que redunda en un ajuste del paradigma en cuanto a profesores, alumnos, carrera magisterial, sistema de acreditación, etc.

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